MISA DOMINICAL. 13 Diciembre 2015

DOMINGO III de ADVIENTO (C) “Misericordia”

En este domingo de adviento se nos invita a preparar la navidad con obras concretas de ayuda a los demás: Mensaje de Juan el Bautista. 

Amigos: ¡Qué alegría tenéis en el rostro porque ya se acercan los días de navidad y vacaciones! Pero todavía tenemos que recorrer el camino del adviento, que es un camino de esfuerzo y de esperanza; por eso hoy queremos acoger con ganas las palabras de Juan el Bautista. Y también hemos comenzado el “Año de la Misericordia”. Hoy se abrirá la “puerta santa” en la catedral de nuestra Diócesis. 

Como es el año de la Misericordia; el objetivo es ayudar a 90 familias a celebrar la Navidad. Compartamos: Ropa, alimentos, juguetes, comida de Navidad, dinero (ayudemos a pagar sus recibos).

Puntos de entrega:

La parroquia, la iglesia de Nuestra Señora del Faro, el Hogar San Pablo, la casa parroquial y el sábado 19 por la mañana se pasará por las casas de la zona.

PRIMERA LECTURA

(Sofonías 3, 14-18)

Lectura del libro del profeta Sofonías: Regocíjate, hija de Sión, grita de júbilo, Israel, alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén. El Señor ha perdonado tu condena. El Señor será el rey de Israel en medio de ti, y ya no temerás. El Señor se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo, como en día de fiesta.

Palabra de Dios.

EVANGELIO. “Viene uno que es más fuerte que yo”

Lucas 3, 10-18.

Juan Bautista: . Lectura del santo evangelio según san Lucas:

La gente que venía a ser bautizada por Juan preguntaba: “Qué debemos hacer”. Juan les decía: “El que tenga dos vestidos, dé uno al que no tenga ninguno; y el que tenga comida, que la comparta con el que tenga”. Vinieron también a bautizarse unos publicanos, recaudadores de impuestos, y le dijeron: “Maestro ¿qué hacemos?” Él les respondió: “No exijáis más de lo que tenéis mandado”. Unos guardias preguntaban: “Y nosotros ¿qué tenemos que hacer?”. Él les contestó: “No violentéis a nadie, ni le saquéis dinero; conformaos con vuestro sueldo”. El pueblo estaba en vilo preguntándose si no sería Juan el Mesías; él declaró delante de todos: “Yo os bautizo con agua, pero viene uno que es más fuerte que yo, y no merezco ni siquiera desatarle la correa de las sandalias. Ese bautizará con Espíritu santo y fuego”.

Palabra del Señor.