MISA DOMINICAL. 25 Enero 2015

Todos somos misioneros

DOMINGO III ORDINARIO (B)

“Yo soy uno de ellos” 

http://www.infanciamisionera.es/2015/01/somos-uno-de-ellos-testimonio-misionero.html

 

Amigos. Jesús invitaba abiertamente a sus amigos a que le ayudaran en su misión de hacer el bien. Hoy lo vamos a escuchar en el evangelio. También esta llamada nos llega a nosotros y a todos los niños del mundo en la Jornada de la Infancia Misionera que hoy celebramos. ¿Cómo respondemos a ella?

La vocación es vivir cerca de Jesús desde nuestra actividad diaria “Venid conmigo” Todos los cristianos estamos llamados a vivir la vida con Jesús, a ir con Él.

“Pescadores de hombres”, significa hacer algo por los demás. Ayudar como ayudó Jesús. Las vocaciones hoy: vocación a ser buenos cristianos, o catequistas, monitores, buenos padres de familia, o religiosos/as, sacerdotes de Jesús. Siguiendo la propia vocación se es feliz.

PRIMERA LECTURA: . Jonás 3, 1-5. 10. “Levántate y vete a Nínive” Lectura del libro del profeta Jonás: En aquellos días, vino de nuevo la palabra del Señor a Jonás: - Levántate y vete a Nínive, la gran capital, y pregona allí el pregón que te diré. Se levantó Jonás y fue a Nínive, como le había mandado el Señor. Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día pregonando: - Dentro de cuarenta días, Nínive será arrasada. Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno, y se vistieron de sayal, grandes y pequeños. Cuando vio Dios sus obras y cómo se convertían de su mala vida, tuvo piedad de su pueblo. Palabra del Señor.

 

Texto del Evangelio (Mc 1,14-20): Después que Juan fué entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva». Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres». Al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes; y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras Él. Palabra del Señor